Gerardo Echeita Sarrionandia
EDUCACIÓN PARA LA EXCLUSIÓN
La exclusión social es un proceso que afecta a millones de personas en todo el mundo, tanto en países en desarrollo como en nuestras prósperas sociedades occidentales. Una obra básica para entender las concepciones que durante mucho tiempo -y todavía hoy-, han mantenido las prácticas de una educación escolar poco capaz de atender a la diversidad del alumnado y, por lo tanto, excluyente y de baja calidad para muchos alumnos y alumnas y para ayudar a los lectores a comprender, por otra parte, aquellos principios y prácticas educativas que pueden conducirnos paso a paso, hacia ese horizonte siempre en movimiento de una educación de calidad para todos, sin eufemismos ni exclusiones, hacia una educación más inclusiva.
HACER VISIBLE LOS RPOCESOS DE EXCLUSIÓN EDUCATIVOS
Tras una serie de estudios realizados en colegios elegidos al azar se ve como los alumnos que tienen problemas de adaptación o los alumnos que tienen necesidades educativas especiales no se sienten acogidos.
Dichos alumnos muestran una gran apatía y una infravaloración de sus posibilidades.
Muchos de los profesores no se dan cuenta de esta situación, por lo que no sienten el dolor del alumno y no le puede poner una solución inmediata para que dicho caso no se produzca en el futuro, y los alumnos afectados tienen miedo de hablar con dicho profesor se produce un desconocimiento que no beneficia a ninguna de las dos partes e impide la educación completa por parte del alumno.
A este proceso le llamamos exclusión porque como indica la palabra es lo contrario a inclusión que significa sentirte aceptado y realizado en un grupo. Como en este caso obtenemos lo contrario lo llamaremos exclusión.
Este problema como se produce diariamente el alumno lo empieza a ver como algo normal dejando de preocuparse por tal y viviendo lo diariamente sin posibilidad de cambiarlo, se vuelve invisible, como si el problema ya no estuviese.
Para hacer visible lo invisible debemos de usar una serie de estrategias que nos ayuden a encontrar y radicar el problema que haya ocasionado esa separación o exclusión del grupo, entre estas estrategias están las siguientes:
-Promover la observación, el profesor deberá estar atento a las pequeñas señales que dan estas exclusiones y ponerle una solución lo antes posibles.
-Escuchar a los alumnos y sus familias.
-Hacer una planificación colaborativa en las clases y haciendo un seguimiento de los resultados, exponemos al alumno afectado a un grupo asignado para que dicho alumno con la ayuda de los compañeros pueda realizar las tareas y ver que si que es aceptado y ayudado por sus compañeros.
-Actividades específicas que vayan dirigidas a la aceptación por parte del grupo de dichos alumnos.
-Innovaciones curriculares.
Un estudio de Messiou (2006) observo que había diferentes tipo de exclusiones donde podíamos encontrar a los marginados que tanto ellos como los alumnos como el profesor conocían dicha situación y el alumno era marginado por una serie de razones que molestaban al grupo llegándole a negar todo tipo de amistad y dándole un rechazo conjunto; el segundo tipo es cuando el alumno afectado cree que no es marginado, sin embargo tanto el grupo como el profesor si lo saben, ellos mismo se niegan la realidad y no quieren aceptar el rechazo que sufren; y el tercer tipo es cuando el alumno implicado se cree que está siendo rechazado y ni el grupo ni el profesor han observado ningún tipo de comportamiento parecido a dicho alumno.
Como hemos dicho antes en las soluciones una parte importante dentro de la solución que hemos propuesto es la de escuchar y cuando nos referimos a escuchar no nos estamos refiriendo solo a oír, sino también a interpretar lo que estamos escuchando, organizando nuestras ideas y poniéndolas luego en práctica para la solución de dicho conflicto existente.
Aunque las estrategias que hemos expuesto anteriormente parecen simples, ponerlas en práctica es bastante complicado, puesto que no todos los alumnos son iguales y no todos los problemas son los mismos, así que para cualquier solución requiere una respuesta diferente, en un caso diferente del alumno.
ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD
Hablar de atención a la diversidad nos remitiría entonces, y en primer lugar, al objetivo de perseguir una individualización de la enseñanza. Para el profesorado ello supondría preocuparse por conocer las características personales de cada uno de sus alumnos y alumnas y estar en disposición de querer llevar a cabo una enseñanza adaptativa; esto es, adaptar o modificar los objetivos, los contenidos y la didáctica para alcanzar el mayor grado posible de “ajuste”, y por lo tanto de individualización de la actividad educativa.
Sin embargo, para la mayoría atención a la diversidad hace referencia, sobre todo, a las prácticas pedagógicas dirigidas a favorecer la equiparación de oportunidades del alumnado en desventaja y, por lo tanto, en riesgo de fracaso escolar, bien sea por razones personales (discapacidad, enfermedad), sociales (desarraigo), familiares (trabajo itinerante, abandono, malos tratos), historia académica (absentismo, fracaso), o de procedencia (inmigrantes) entre otras. En este sentido atención a la diversidad es sinónima de preocupación por las medidas que sirvan para compensar las desigualdades y paliar las desventajas que experimentan determinados alumnos en el acceso, la permanencia y la promoción en el sistema educativo, así como por aquellas medidas que, en último término, sirvan para eliminar cualquier tipo de barreras que impiden, en su sentido más amplio, el aprendizaje y la participación de determinados alumnos en el currículo y en la vida escolar.
INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN EDUCATIVA
Se refiere a una aspiración y a un valor igual de importante para todos los alumnos o alumnas. Todo el mundo, niños, jóvenes y adultos desea sentirse incluido, esto es, reconocido, tomado en consideración y valorado en sus grupos de referencia (familia, escuela, amistades, trabajo,…), pero al mismo tiempo no puede perderse de vista que hay sujetos y grupos en mayor riesgo que otros a la hora de vivencia con plenitud ese sentimiento de pertenencia, como pueden ser las niñas o las jóvenes en muchos países, o los niños y niñas con discapacidad en otros, o los pertenecientes a determinadas minorías étnicas en otros casos, o aquellos que son inmigrantes o hijos de inmigrantes en países con lenguas de acogida distinta a su lengua materna. Es más, su papel es central en esta aspiración, pues son ellos y no los que afortunadamente se sienten incluidos, los que nos revelan con encarnada rotundidad lo limitado y contradictorio de muchas de nuestras concepciones, prácticas y valores educativos.
A este respecto dejar de poner en marcha políticas de acción o de discriminación positiva hacia estos colectivos más vulnerables, en aras a la consideración de que es una demanda de todos, sería una actitud y una práctica a todas luces injusta. Ahora bien, el error contrario es tener la creencia de que esta preocupación de llevar a cabo políticas y prácticas más inclusivas es algo que compete solamente a determinados grupos “especiales o singulares”, lo que contribuye sobremanera a focalizar en ellos mismos las medidas de intervención, sacando de escena los procesos y las causas que generan su desventaja.
A la vista de cómo se están configurando en muchos sistemas educativos los dispositivos administrativos y las medidas llamadas de “atención a la diversidad del alumnado” centradas, en efecto, en los colectivos de alumnos vulnerables y en actuaciones puntuales hacia ellos, no podemos sino reafirmar que tales trampas están instauradas por doquier. A este respecto no está de más resaltar que una buena forma de valorar la idoneidad de tales medidas sería, precisamente, analizarlas desde el punto de vista del efecto que tienen, precisamente, sobre la valoración social que reciben e interiorizan aquellos alumnos o alumnas que las reciben.
Pero la inclusión educativa no es sólo un sentimiento de pertenencia y de bienestar emocional y relacional al que se pueda llegar desde la periferia de la acción educativa. La inclusión educativa debe entenderse con igual fuerza como la preocupación por un aprendizaje y un rendimiento escolar de calidad y exigente con las capacidades de cada estudiante. Por otra parte, la vida escolar en la que todos los alumnos deben sentirse incluidos transcurre a través de las actividades de enseñanza y aprendizaje con sus iguales y no al margen de ellas y, porque la mejor contribución de la educación escolar a la inclusión social de cualquiera es poder alcanzar el mayor nivel de logro y de cualificación escolar posible. En este sentido trabajar para la inclusión educativa es pensar en términos de las condiciones y procesos que favorecen un aprendizaje con significado y sentido para todos y todas. También podría decirse que es pensar y revisar hasta qué punto el currículo escolar, en toda su amplitud de significados, se configura o no, como un proceso facilitador del aprendizaje y el rendimiento de todos los alumnos, así como cuestionarse si los grandes proyectos de evaluación del rendimiento escolar, tal y como están concebidos y concretados en la actualidad contribuyen o debilitan los esfuerzos por construir un sistema donde calidad y equidad no se perciban como factores antagónicos.
Mel Ainscow y si trabajo con el Index para una educación incluisva.
Introducción.
¿Qué significa Index?
El termino trabajado en la obra de Ainscow se conoce como “index” durante el trabajo de Ainscow, la semántica del término Index es doble: Por un lado, se utiliza para designar el proceso global de mejora la inclusión en los centros educativos, y por el otro, se utiliza para referirse exclusivamente al conjunto de materiales diseñados para apoyar a los centros educativos en el proceso de avance hacia escuelas inclusivas.
Generalidades.
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Los materiales se plantean mejorar los logros educativos mediante las prácticas inclusivas.
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Index anima al equipo docente a compartir nuevas propuestas educativas en base a sus vivencias personales, pretendiendo mejorar lo que han visto que dificulta el aprendizaje y la participación.
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Los materiales deben considerarse como una mejora del centro educativo, fijando prioridades de cambio, implementando innovaciones y evaluando progresos.
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Odas las personas involucradas en el proceso de aprendizaje del niño deberán tomar parte en el proyecto, desde los profesionales hasta los familiares del alumno.
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Index promueve las relaciones entre centros, ya que el proyecto requiere compartir los datos y la información obtenida y la comparación de resultados, buscando así la técnica óptima.
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La colaboración entre centros, será la base de trabajo entre grupos docentes.
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El Index también sirve para estructurar las investigaciones de los centros educativos
Etapas del Index.
Etapa 1 Inicio del proceso del Index (medio trimestre)
-Constitución de un grupo coordinador: Se eligen a las personas que estarán a la cabeza del proyecto Index y se incluye a un observador externo
-Sensibilización del centro respecto al Index: Los miembros seleccionados para estar a la cabeza del proceso, deberán estudiar el proyecto: Objetivos, medios, materiales, utilización de los materiales…
-Exploración del conocimiento del grupo: El coordinador será el modelo de la práctica inclusiva, y deberá hacer ver que todos los integrantes del proceso serán escuchados y pueden opinar libremente, sentirse en un ambiente de confianza.
-Preparación para usar los indicadores y las preguntas: El Index busca la puesta de ideas en común, buscando el debate y el análisis sobre las mismas para posteriormente incluirlas en la agenda del Index. También se sugiere que trabajen con los conceptos para que reflexionen sobre sus conocimientos previos acerca de las barreras al aprendizaje y a la participación en el centro y de cómo pueden reducirse unas y otras mediante la utilización del index.
-Exploración de los conocimientos del grupo: Pretende que el grupo se familiarice con los indicadores y las preguntas y con el modo en el que se pueden utilizar para explorar con todos los grupos la cultura, las políticas y las prácticas existentes en el centro, aunque la información que se obtiene puede ser ya conocida, se debe esperar a un análisis posterior para llegar a conclusiones.
- Preparación para trabajar con otros grupos: Es necesaria la preparación de los coordinadores, para ser capaces de organizar el trabajo de grupos de profesorado.
Etapa 2 Análisis del centro (un trimestre)
-Exploración del conocimiento del profesorado y de los miembros del consejo escolar: Mediante la utilización de formularios con preguntas simples, se recopila la información que cada profesor conoce.
-Explorción del conocimiento del alumnado: Mediante preguntas simples se obtiene la información que deseamos.
-Exploración del conocimiento de las familias y de los miembros de las
instituciones de la comunidad : Se utiliza la misma técnica que en los otros casos.
-Decisión de las prioridades susceptibles de mejora: Se realiza el análisis de la información obtenida, utilizando un esquema que contenga las dimensiones y las secciones..Redactar las prioridades no significa añadir los problemas más señalados, si no que necesitará una cuidadosa consideración sobre las necesidades de los grupos específicos afectados. Se debe intentar reflejar el mayor número de voces posible.
Etapa 3 Elaboración de un plan de mejora escolar con una orientación inclusiva(medio trimestre)
-Introducción del Index en el proceso de planificación escolar: El equipo de planificación tendrá que ponerse de acuerdo en el grado en el que utilizarán el proyecto del Index para determinar encabezamientos dentro del plan escolar.
-Introducción de las prioridades en el plan de mejora: El equipo de planificación ya tiene una lista de prioridades acordadas para mejorar, preparadas en la etapa 2. En estea etapa, esto debe ser integrado en la planificación del centro. Cada prioridad se analiza en detalle, observando el tiempo que necesitará, los recursos y el esfuerzo del profesorado. Además se deberá establecer una planificación para el progreso de la implementación de las prioridades.
Etapa 4 Implementación de los aspectos susceptibles de desarrollo (continuo)
-Poner en práctica: A la hora de poner en práctica las prioridades, se debe investigar cada una en primer lugar, para llegar así a los óptimos resultados.
-Mejora sostenida: El equipo debe asegurarse que todo el mundo esté al tanto de los avances y de los resultados obtenidos mediante la puesta en práctica de este proyecto, de manera que los escépticos al método se vayan convenciendo de sus resultados, y afianzar la confianza que los demás tengan en el mismo. De esta manera se mantiene la implicación del los involucrados en el proyecto
-Registro del progreso: Cada persona del equipo de planificación que tenga un interés general en cada prioridad, tomará la responsabilidad de garantizar que el progreso está controlado y registrado y que se hacen las modificaciones de acuerdo a la consulta con el equipo y el profesorado involucrado.
Etapa 5 Evaluación del proceso
-Evaluación de las innovaciones: Con el objetivo de evaluar los progresos, los miembros del equipo de planificación revisan los resultados del trabajo de la cuarta etapa. Reflexionan sobre los indicadores y a las preguntas más relevantes que han surgido durante el curso de los cambios puestos en marcha. Se harán una idea de cómo tratarán el trabajo el próximo curso.
-Revisión del trabajo realizado con las prioridades o del Index (continuo) l Index continuación el proceso del Index: El equipo de planificación revisa el modo en el que han utilizado el Index, incluyendo cómo han participado en el proceso, y repasando cómo se pueden aprovechar al máximo los materiales existentes para apoyar la mejora del centro en el futuro. Se debe valorar de qué manera el Index ha ayudado al centro a adoptar un mayor compromiso con formas de trabajo más inclusivas.
Las dimensiones en el Index
Dimensión A: Crear CULTURAS inclusivas
Esta dimensión está orientada hacia la creación de una comunidad escolar segura, acogedora, colaboradora y estimulante en la que cada uno es valorado, como el fundamento primordial para que todo el alumnado tenga mayores niveles de logro. Pretende desarrollar valores inclusivos, compartidos por todo el profesorado, los estudiantes, los miembros del consejo escolar y las familias, de forma que se transmitan a todos los nuevos miembros de la comunidad escolar. Los principios que se derivan de esta cultura escolar son los que guían las decisiones que se concretan en las políticas escolares de cada centro y en el quehacer diario, y de esta forma el aprendizaje de todos encuentra apoyo en el proceso continuo de innovación educativa.
Dimensión B: Elaborar POLÍTICAS inclusivas
Esta dimensión pretende asegurar que la inclusión esté en el corazón del proceso de innovación, empapando todas las políticas, para que mejore el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes. En este contexto se considera que “apoyo” son todas aquellas actividades que aumentan la capacidad de un centro educativo para atender a la diversidad del alumnado. Todas las modalidades de apoyo se reúnen dentro de un único marco y se perciben desde la perspectiva del desarrollo de los alumnos, más que desde la perspectiva del centro o de las estructuras administrativas.
Dimensión C: Desarrollar PRÁCTICAS inclusivas
Esta dimensión pretende que las prácticas de los centros reflejen la cultura y las políticas inclusivas. Intenta asegurar que las actividades en el aula y las actividades extraescolares motiven la participación de todo el alumnado y tengan en cuenta el conocimiento y la experiencia de los estudiantes fuera del entorno escolar. La docencia y los apoyos se integran para orquestar el aprendizaje de forma que se superen las barreras para el aprendizaje y la participación. El profesorado moviliza recursos del centro educativo y de las comunidades locales para mantener el aprendizaje activo de todos.
LA C0NSTRUCCIÓN DEL PROCESO DE EXCLUSIÓN SOCIAL EN LAS MUJERES: ORIGEN, FORMAS, CONSECUENCIAS E IMPLICACIONES FORMATIVAS
La exclusión social es el proceso mediante el cual los individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de una participación plena en la sociedad en la que viven. El concepto de “exclusión social” surgió en los años 70 en Francia y se extendió rápidamente.
La escuela tiene un papel muy importante en lo que conocemos como inclusión y exclusión. La exclusión no es un estado sino un proceso. En la escuela secundaria el desarrollo adolescente supone un período personal de cambios tan significativos, profundos, rápidos y generalizados que implica una crisis evolutiva en la medida que el adolescente debe hacer continuas readaptaciones ante las transformaciones, cognitivas, físicas y sociales a las que debe hacer frente. El riesgo de entrar en procesos que culminan en la exclusión social es manifiesto en esta etapa por la propia situación de cambio e inestabilidad que caracteriza a la misma y que hacen al adolescente ser especialmente vulnerable.
Según Walker (1997) define la exclusión social señalando una doble dimensión en la misma: una dimensión activa (el proceso y hecho mismo de excluir y marginar) y otra pasiva, pero que igualmente conduce a la exclusión (la negación de derechos, la omisión de deberes desde la sociedad...). La exclusión, señala este autor, “se refiere a un proceso dinámico que lleva a ser expulsado, total o parcialmente, de cualquiera de los sistemas social, económico, político y cultural que determinan la integración de una persona en la sociedad. La exclusión social puede también ser vista como una negación (o no realización) de los derechos civiles, políticos y sociales de los ciudadanos” (Walker, 1997: 8).
Para Byrne la exclusión está basada en un asalto destructivo a la identidad de la persona, en un no reconocimiento de su identidad, de su alteridad, o en todo caso en una valoración negativa de la misma.
Los grandes colectivos de personas en condiciones y situaciones de desigualdad social y educativa son los siguientes:
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Los grupos humanos pertenecientes a clases sociales desfavorecidas dentro de cada sociedad, con limitado acceso a la cultura, la información y con una economía precaria.
- Los grupos humanos pertenecientes a culturas no hegemónicas: minorías étnicas, inmigrantes, y en general colectivos cuyas culturas de referencia se ignoran en la cultura social o escolar dominante.
- Los grupos de mujeres y niñas y los colectivos con dificultades para acceder en igualdad de oportunidades a la vida social, escolar o laboral por razón de su género.
- Los grupos humanos de personas con diversas discapacidades y necesidades educativas, con dificultades especiales para acceder a los aprendizajes escolares y sociales y progresar adecuadamente en la escuela.
También señalar que depende mucho la situación geográfica a la que pertenezcamos o si un país es desarrollado o subdesarrollado ya que las discriminaciones son distintas.
Centrándonos en lo que a las mujeres se refiere señalar que desde siempre han estado sumergidas en una subordinación respecto del hombre y en muchos ambientes sociales ha estado excluida de la sociedad. Poco a poco cada vez se ha ido integrando más en la sociedad pero antiguamente por ejemplo una mujer irse con su marido a ver el fútbol era casi imposible ya que la mujer en ese tipo de ambiente estaba muy excluida y debía quedarse en casa para ocupares de las labores del hogar de mantener ese orden familiar, etc. O también para tomar diversas decisiones, etc. Esto todavía quizás pase en pueblos pequeños con mentalidades muy antiguas. Poco a poco esto se ha ido perdiendo ya que la mujer cada vez abarcaba otro tipo de responsabilidades y por supuesto ha sido la incorporación de la mujer a la vida laboral ya que de esta forma empezó a sentirse más integrada en la sociedad. Por otro lado la escuela proporciona la experiencia más importante de igualdad. La coeducación ha significado la incorporación de las chicas a las mismas oportunidades educativas que los chicos. Pero aún se puede hablar de mujeres en situación de riesgo como las señaladas anteriormente.
Ángeles Parrilla Latas. Investigadora Principal.
SUPERAR LA EXCLUSIÓN MEDIANTE PLANTEAMIENTOS INTEGRADORES EN LA EDUCACIÓN
Uno de los mayores problemas con los que vivimos hoy en día es el elevado número que existe de personas excluidas de una participación social, económica, política y cultural. Esto es un problema que persiste en la actualidad y se apunta a que es debido a los escasos medios para paliarlo. Se está invirtiendo mucho en mejorar o reducir estas exclusiones en la sociedad. Está apostándose mucho por fomentar una educación integradora ya que es un medio fundamental para combatir contra las discriminaciones. La educación integradora es un proceso que consiste en responder a la diversidad de necesidades de todos los alumnos y satisfacerlas mediante una importante participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades. Así como en reducir las exclusiones dentro de la educación. Pero este punto en muchas situaciones es imposible ya que por ejemplo el ingreso en una escuela de secundaria o en una universidad hay personas que por motivos económicos no pueden acceder y aquí se podría hablar de una cierta exclusión.
Los sistemas educativos deben de ser integradores, buscando activamente a los niños que no estén matriculados y atendiendo con flexibilidad a la situación de todos.
Quizás sea un tema por analizar el de mejorar la calidad de la educación ya que el plan de estudios que se tiene es muy rígido y se aleja mucho de las vivencias diarias del alumno cosa que lo hace muy desmotivador. Los planes de estudio que pretenden fomentar una educación más integradora poseen los siguientes elementos clave:
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Objetivos comunes amplios.
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Una estructura flexible que facilita ajustarse a la diversidad.
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Evaluación de los resultados basada en el progreso.
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El reconocimiento de la diversidad cultural, religiosa y lingüística de los alumnos.
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Unos contenidos, unas competencias y unos conocimientos que correspondan al contexto de los alumnos.